22 abril 2020

LA NOCHE DEL URO

DALTON TRUMBO

Creo realmente que Trumbo no hubiera querido publicar una novela así, “hecha a medias”. Demostró ser un escritor sublime con su libro “Johnny cogió su fusil”, así que si no publicó “Las noches del Uro” en vida y estuvo taaaanto tiempo modificando sus páginas, reescribiéndolas y cuestionándoselas, a lo mejor era porque no le convencía del todo su resultado final.

Vaya, que no sé si al maestro le hubiera hecho gracia que se pusieran en el libro todas esas notas y esas cartas previas hablando de la novela. A mí me da, por lo perfeccionista que era y demostró ser, que no. Peeeero: no lo sabremos nunca.

Lo maravilloso es que de los diez capítulos que narra, sin que nadie le interrumpa (aquí me refiero a editores y notas a pie de página que explican por qué el autor blablabla) se puede entrever su verdadera esencia. Vuelves a leer a Trumbo. Vuelves a sentir ese cosquilleo y esa garra, esa voz dura y fría que te está contando la vida de un niño perturbado; de un niño que, en un futuro, va a convertirse en oficial nazi y en comandante de un campo de concentración. Esos diez capítulos, cerrados por el autor, son lo que merece la pena de este libro.

En resumen. Es otra obra maestra, pero sin pulir. Es como si pidieras en un restaurante una copa de chocolate con nata y en el momento de servírtela el camarero te dijera que te la trae sin nata, que se ha fijado en que no queda. Una decepción. Y no por el cocinero, sino por el servicio