24 julio 2020

GENTE NORMAL

SALLY ROONEY

Hace días terminé la célebre novela del momento: “gente normal”.

No había escrito aún nada sobre ella porque quería acabar, a la par, con su adaptación seriéfila.

Había oído maravillas de ella. Y también críticas decepcionantes. No sé si la mía servirá de algo, pero llevo demasiado tiempo pensándola, así que ahí va.

No tengo ni idea de cómo calificar lo que me ha hecho sentir este libro. Como tampoco su adaptación televisiva. Llevo días esperando a que mis gustos, a lo mejor un poco aletargados por el calor, se decantaran. Pero no ha sucedido así: me siento igual. Siento como una especie de contradicción en el paladar que no me quito de encima.

Por un lado, leo la novela y puedo sentirme identificada. Puedo experimentar la historia de estos jóvenes enamorados; puedo notar el sentimiento de creerse único en el mundo; de querer más que nadie y por encima de todas las cosas. Puedo entender a la autora; puedo entender a los personajes. Capto incluso el lenguaje: fácil, voraz, claro, contundente. El final de los capítulos saben a gloria; eres consciente de que está bien escrito y que Sally Rooney sabe cómo debe terminarlos. Y empezarlos.

Por otro lado, sin embargo, no puedo evitar pensar que estoy leyendo una novela adolescente que no tiene nada de especial. Lo especial es lo que se siente: y eso lo tenemos cada uno en nosotros mismos. Es mérito nuestro. En cierto modo, lo mágico de la novela son nuestros recuerdos. Había veces que sentía vergüenza ajena de algunas escenas. Otras que me maravillaban. Un caos mental.

Aunque, si te paras a pensar, la sinopsis no engaña: ella, de clase social alta, más bien insociable, se encuentra con él, de clase social baja, más bien popular en el instituto. Ya sabes lo que te vas a encontrar. Nadie te está engañando. Pero aun así…

Es diferente. De esto no hay duda. Y la serie, más de lo mismo: es el drama juvenil que estás cansada de ver en todas partes, pero bien ejecutado. Es lo de siempre, pero distinto.distinto. ¿Cómo se califica esto?

Pues lo que os decía: que no tengo ni idea.